Obtener nuestro bachillerato, título o grado de magister nos platea un reto: desarrollar una tesis de investigación. Este trabajo puede convertirse en todo un dolor de cabeza sobre todo si no se tuvo una experiencia anterior o no disponemos del tiempo necesario. Significa también una oportunidad para demostrar nuestros aprendizajes y crear un aporte de valor a la comunidad académica.
Si recordamos nuestros aprendizajes nos daremos cuenta que todo lo aprendido se basa en investigaciones científicas. De manera simple podemos decir que es la forma de crear conocimiento. Entonces, no importando mucho cuál sea el campo de acción, el reto de desarrollar una tesis de investigación tiene como objetivo la creación de conocimiento. Y la tesis se va convertir en un producto que demuestra nuestra capacidad de manejar los procesos de investigación para la creación de conocimiento científico.
Un trabajo de investigación básicamente se divide en 2 partes: el proyecto de tesis y el informe de la tesis. El proyecto plantea el estudio por realizar, desde la idea inicial, sus objetivos, el problema, hipótesis y todo el diseño metodológico. El informe de tesis comunica los resultados de la investigación que abarcará todo lo plasmado en su ejecución y el conocimiento de valor que aporta. En estas 2 partes se debe ser muy riguroso para que la tesis contenga la calidad necesaria además de ser reconocida académicamente, y es en este punto donde empiezan los retos.
El primer reto tiene que ver con el inicio, ¿el tema y planteamiento para mi tesis será aceptado académicamente? ¿Todo el tiempo que invertiré planificando mi proyecto de investigación de tesis valdrá la pena y será reconocido?
Entendiendo todo lo anterior, los investigadores se plantean una pregunta: ¿cómo empezar? Es así que deben poder responder unas pocas preguntas básicas y ciertamente poderosas. ¿Qué investigar? ¿Por qué o para qué investigar? ¿Qué tanto conoce el tema? ¿Qué se busca encontrar? ¿Cómo desarrollar la investigación? Las respuestas que se obtendrán de estas preguntas nos permitirán plantear nuestro proyecto de tesis que debe convencer al mundo académico. Aclararemos estas preguntas.
La primera pregunta a responder tiene que ver con el tema de la investigación. Algunos centros académicos cuentan con líneas de investigación definidas que son buenas referencias aunque son muy generales. La pregunta real para el investigador podría ser: ¿Qué temas me interesan investigar? y muy importante también ¿Qué temas me convienen desarrollar? Responder a estas 2 preguntas nos va permitir tener mayor claridad y sobre todo mantener la motivación durante el desarrollo de la propuesta de investigación.
¿Qué sucedería si escojo un tema que jamás he tratado y/o en el que no cuento con experiencia laboral y/o me va involucrar más tiempo del que podría entregarle? Podemos preguntar a colegas o buscar en internet en foros u otras fuentes que nos dirán que muchas veces los temas de investigación que eligieron no les favorecieron y tuvieron que dejarlos luego de agotar esfuerzos. No elegir correctamente el tema ocasionaría perder tiempo y sobre todo caer en el riesgo que la propuesta de investigación sea rechazada.
No todos los investigadores tienen los mismos intereses y experiencia. Estos 2 elementos nos diferencian y por lo tanto es importante tomarlos en cuenta antes de elegir el tema de tesis. Si el interés del investigador está enfocado en innovar, o en crear nuevas vías de hacer las cosas y si éste cuenta con un perfil creativo o busca desarrollar un negocio ya que cuenta con facilidades para encontrar oportunidades que otros no aprecian, entonces solo estas 2 diferencias pueden orientarnos de una manera diferente en la elección del tema.
Ante lo anterior podría interesarnos investigaciones de mercado relacionadas a productos de su profesión o especialidad o propuestas de innovación de procesos o cambios basados en innovación tecnológica relacionados a los productos de la organización a la que pertenece el investigador.
Entonces, entendiendo el tipo de investigador y sus intereses personales ya nos pueden dar una gran pauta en el tema de investigación y tipo de investigación, respondiendo así a las preguntas: ¿qué investigar? y ¿por qué o para qué investigar?
La elección del tema nos acerca al conocimiento en específico que se busca y que irá conectado al propósito o el porqué investigar. Debemos adentrarnos ahora en el método científico. ¿Qué significa esto?
La comunidad científica que evaluará la pertinencia de la investigación que presentaremos tiene sus formas de aceptar una investigación y el conocimiento que puede aportar. Es aquí que en base al tipo de investigación (cualitativa, cuantitativa o mixta) que se haya optado por utilizar, se deberá profundizar en el conocimiento del tema. Conocer antecedentes de investigaciones similares, conocer la teoría que rodea a la temática del tipo o problemática de la investigación e identificar las variables estudiadas por otros investigadores sobre el tema nos va a permitir acercarnos mejor al conocimiento sobre el tema.
Un error común es no profundizar en estos conocimiento e ir directo al planteamiento de variables sin comprender realmente la problemática del contexto y sobre todo la de estos tiempos. ¿Hay solución para esto? Por supuesto que sí.
Un nuevo conocimiento tiene la intención de entregar un aporte. Nuestro conocimiento del tema nos ayuda a plantearnos unas posibles soluciones o pistas que resuelven la problemática del tema investigado, un nuevo conocimiento. Es así que las hipótesis nos van a decir qué tanto creemos (en el caso de una investigación cuantitativa) que las variables que hemos rescatado como relevantes para la problemática del tema y el tipo de relación entre estas en el contexto de la investigación podrá resolver o aportar al conocimiento.
Un error común es plantear hipótesis enfocadas en interrelaciones de variables que no tienen relación con los objetivos de la investigación ni tampoco son relevantes para explicar la problemática. Se puede evitar este error y conseguir coherencia en el planteamiento de la hipótesis con una adecuada investigación temática dirigida a resolver la problemática de interés.
Teniendo claro las respuestas a las preguntas anteriores, es importante definir cómo se desarrollará la investigación. Se debe entender la dependencia necesaria sobre la metodología científica. De esta forma la investigación podrá ser validada por la comunidad académica y en especial por quienes aprobarán la tesis de investigación.
El contexto propio de la investigación deberá ser descrito con claridad, así como definir el tipo de investigación que se pretende aplicar y la forma de encontrar el conocimiento nuevo a partir de las hipótesis a probar, nos ayudarán a plantear la metodología a seguir para poner en marcha nuestra tesis.
Las herramientas y recursos de una investigación cuantitativa hacen necesarios identificar la población (contexto del estudio), muestra, variables, indicadores, tipo de trabajo de campo, recolección de información a través de cuestionarios u observaciones son típicos para las investigaciones cuantitativas.
Muchas fuentes de error aparecen en esta etapa cuando no se ha seguido los procedimientos metodológicos o no se ha analizado bien la temática. Plantear interrelaciones entre hipótesis que no están debidamente justificadas teóricamente y crear cuestionarios que no responden a las variables ni indicadores provocará resultados inesperados. Hay una solución para esto: validar la metodología y operacionalización de variables a implementar en la ejecución de la investigación a través del juicio de expertos.
Te hemos contado algunas claves y errores típicos que se suceden al momento de desarrollar nuestro plan de tesis. Eliminar riesgos al plantear un proyecto de tesis se puede resolver con una adecuada asesoría y sobre todo oportuna como la que ofrece Appa Consultoría, donde con gran agilidad y experticia se te guiará de manera personalizada a desarrollar un proyecto que asegurará todo el desarrollo de la tesis, evitando el estrés y resolviendo el problema de tiempo de los estudiantes de investigación